LIBRO Y LÁPIZ
Poema ganador
IV concurso de poesía Atiniense Buenos Aires- Argentina
Yo trabajo en las
aulas
arrancándole niños a
la guerra.
Siempre llevo un
libro
por si acaso, un
dardo funesto de la ignorancia
quiera dañar mi pobre humanidad.
El lápiz es mi arma.
No se asuste,
con él me he
defendido
de ataques
intangibles
y enfermedades raras
de este mundo
moderno
que la ciencia
aglutina en síndromes
pero que en
realidad, son sólo aburrimiento.
Hemos abierto
páginas certeras
Hemos entrado a
mundos insondables
Hemos visto reír y
hablar los árboles
A las palabras convertirse en flores
Y las hemos
degustado con las papilas del alma.
Hoy estamos aquí,
tranquilamente,
Escuchando a los muertos.
Ellos están hablando
de la guerra:
lo sórdida, lo inútil que es la guerra.
Porque no sólo es un
escudo
este amigo que
traigo bajo el brazo
es un dios que
revive a los muertos
con una sola orden
como Cristo a
Lázaro.
Y hoy, nos está
trayendo
personajes remotos
que nos hablan de cosas
impalpables para
nuestros oídos.
Yo le arranco niños
a la guerra.
No vendo sueños, no
se confunda.
Les doy estas armas,
los enseño a usarlas,
Y ellos los construyen.